25.12.03

La familia es sin lugar a dudas una institucion extraña. Vengo llegando de la cena navideña, que en esta ocasion se dio en casa de mi tia. Que manera de tragar. Pero ese no es el punto. Como desde hace unos años, mis primos, de 23 y 21 años, llevan viviendo su vida en funcion del alcohol. Sus conversaciones no son sino alegorias de pedas pasadas, mientras siguen bebiendo con la esperanza que esta noche entre posteriormente en el album de las pedas para recordar, aun cuando solo se recuerde la mitad de ellas. Mi madre por supuesto, se escandalizo levemente de la situacion y del hecho de que mi tia no les diga nada acerca de su forma de beber. Pero mi tia nunca les dira nada. En primer lugar porque ese no es el mundo que le importa, le importan sus hijos, pero si sus hijos se divierten con alcohol o con lo que se les antoje, es algo que no importa, son sus niños y merecen divertirse como sea que lo deseen. En segundo lugar, porque mi tio politico no lleva ni un mes fuera de su casa (de manera permanente), motivo que la llena de alegria. Mientras todo esto sucede, mi hemano se queja de mi madre y de porque no lo deja en paz, mientras mi madre se queja que su hijo menor no le platica nada.

Sin embargo, aun con todo ese telon de fondo, sigue habiendo esta sensacion de que tener ese lugar llamado familia, no es tan grave despues de todo, no por el hecho de que la sangre nos una, sino porque en ese sitio, sigue habitando gente de la que mas quiero en en este planeta.

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