30.10.11

Contacto

Algunos días el contacto social es más importante que otros. Hay días en los que uno quiere ser el único ser viviente sobre la tierra y hay días en los que uno quiere estar rodeado a tope como si fuera el slam de algún mítico concierto de rock.

La mayoría de los días caen a la mitad de la escala.

Aprovechar los domingos requiere la mayor atención a las posibilidades. Habrá domingos con conocidos, habrá domingos desnudos. Y entonces de que vestiremos los domingos.

Hoy el domingo se vistió de sopresa y de casualidad. Llegué al lugar justo y me tarde lo suficiente en entrar como para encontrarme con alguién que no veía hace más de seis años. Venía bajando la escalera y me dijo que justo ese era el último día que ella era encontrable ahí. Casualidad doblemente casual. Un gran abrazo lleno de cariño.

Pero asi han estado estos días llenos de la vida que uno ha vivido, o de las multiples vidas que sigo viviendo.

Al frente nuevas vidas, llenas de pedazos de vidas pasadas.

Que triste pensar que las vidas de una sola vida no sean suficientes y haya quien prefiera ser principe en alguna otra época.

Un merengue de pulque comprado en un mercado. Un licuado de plátano al desayunar. Momentos de domingo.

24.10.11

Nuevas rutinas

La vida cambia y uno cambia con ella.

Resulta que tengo una nueva dirección física, una nueva ocupación, un relativamente recien desempacado estado civil (divorciado y soltero: previamente solo divorciado) y todo ello implica una nueva rutina.

Tengo un grupo de intervención listo para emergencias.

Tengo claras las directrices que hay que destruir.

Y bueno, suficiente abstracción.

Hace varios días en el metro, que ya no forma parte de la rutina, se subió una chavita ciega a la que claramente estaban empujando a pedir dinero. Tenía una voz tímida y apenas alcanzaba a decir: Me pueden dar unas monedas. Asi, sin mas parafernalia, nada de canto, nada de escandalo. Claramente no quería estar ahi. Triste que no haya mas espacio para las personas con capacidades distitnas en esta ciudad.

Ni que decir de la oportunidad de subirse al metro en silla de ruedas, o de poder estacionarse siquiera en los lugares marcados para ello. Parecería que solo fueran decorativos esos lugares marcados con azul.

En una nota que solo se relaciona con la anterior por la utilización del metro en algún momento del trayecto:

Anoche la pasamos en el centro, unos amigos y yo. Uno un amigo de hace mucho tiempo, otra una amiga recién estrenada. Es muy simpático como en efecto ciertas personas son fáciles de llevar en el instantaneo. Andabamos escuchando música sinfónica en vivo acompañando clásicas caricaturas de la Warner. Una gran idea, un frio que pela. Lo único que si les falló a los organizadores fue que debían haber subtitulado las caricaturas. Entiendo que todos los efectos de sonido solo existen en la banda sonora original, pero el show era en medio de un país en el que apenas y hablamos español. Afortunadamente las caricaturas eran mucho mas musicales que otra cosa, pero aún asi. Fail.

11.10.11

Introspección

Nada hay como el dialogo para aprender.

Pero el diálogo requiere estar dispuesto a escuchar con la seria disposición de cuestionarse a uno mismo sus razones.

Asi, si aquellas razones expuestas por la contraparte explican mejor los fenómenos descritos, entonces es prudente examinarlas más detenidamente y de ser el caso aceptarlas como el camino correcto.

Pero se necesita llegar al diálogo sabiendo un poco de uno mismo, entendiendo cuales son las motivaciones propias, o las que parecen serlo, y teniendo una idea clara y honesta de lo que es el yo, ese al que solo tiene acceso uno.

Es asi que cuesta tanto trabajo construir cosas.

Y de tiempo en tiempo hay que tomarse tiempo para reflexionar sobre el presente, saliendose uno de la corriente y de la inercia del diario y del cotidiano.

La estimulación de la neurona con la plática es el verdadero alimento del ser.

9.10.11

Cambios

Preguntaban por ahí que donde perdí el rumbo.

No hay rumbo, solo hay viaje.

Hoy fui a hacerme de ropas nuevas para jugar el papel que me toca en el sitio donde ahora estoy, y resulta que el mundo decidió engordar mientras estuve yo fuera.

Durante el internado, y en el tiempo que estuve en Todos Santos sobretodo, pesaba unos 78 kilos y llevo el 1.85 desde que se quedo en eso mucho tiempo antes de Todos Santos. En aquellas épocas aún me ponía yo camisas de vez en cuando, y puedo asegurar que siempre me tenía que comprar la talla grande.

Hoy peso 80 (llegue a los 88 en algún momento, no se si alguna vez le pegue a los 90 mientras no me pesaba) y nadaba dentro de todas la camisas talla grande que me probé. Al principio pensé que era una idiosincracia particular de algún fabricante, pero compré prendas de 3 talleres distintos y en todas ellas la talla que me acogió fue la mediana.

Las tallas de los pantalones y de los zapatos por el contrario, siguen inmóviles.

6.10.11

Cambio de giro

Vamos a dedicarnos por un tiempo a hacer algo diferente.

Veamos de que va.

En el inter, andar reencontrando a todo el mundo, it warms the heart. Ca réchauffe le coeur.

Tenemos que regresar por aqui. Vienen cosas interesantes.