9.10.11

Cambios

Preguntaban por ahí que donde perdí el rumbo.

No hay rumbo, solo hay viaje.

Hoy fui a hacerme de ropas nuevas para jugar el papel que me toca en el sitio donde ahora estoy, y resulta que el mundo decidió engordar mientras estuve yo fuera.

Durante el internado, y en el tiempo que estuve en Todos Santos sobretodo, pesaba unos 78 kilos y llevo el 1.85 desde que se quedo en eso mucho tiempo antes de Todos Santos. En aquellas épocas aún me ponía yo camisas de vez en cuando, y puedo asegurar que siempre me tenía que comprar la talla grande.

Hoy peso 80 (llegue a los 88 en algún momento, no se si alguna vez le pegue a los 90 mientras no me pesaba) y nadaba dentro de todas la camisas talla grande que me probé. Al principio pensé que era una idiosincracia particular de algún fabricante, pero compré prendas de 3 talleres distintos y en todas ellas la talla que me acogió fue la mediana.

Las tallas de los pantalones y de los zapatos por el contrario, siguen inmóviles.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El músculo pesa más que la grasa.

Anónimo dijo...

No seas estúpido, el músculo y la grasa pesan lo mismo pero ocupan distinto volumen. No ocupa el mismo espacio un kilo de hierro que un kilo de algodón. Dah!