9.5.10

Mano

La puerta del consultorio se encuentra cerrada la mayor parte del tiempo, independientemente de si hay un paciente al interior o no. Creo que mantener la forma es importante. Cualquier cosa la atiende Lorena.

Tengo que hacer una advertencia, en general el consultorio se dedica a cirugía estética mayor y menor, pero también nos hemos especializado una consulta de complicaciones de procedimientos quirurgicos estéticos poco convencionales; reacciones alérgicas a los pigmentos de ciertos tatuajes, uno que otro piercing infectado. Creo que ya describí el que había sido hasta ahora nuestro mas grave caso, una separación de lengua que se complicó con un quiste salival y que logró que el individuo afectado perdiera unos 5 kilos debido al dolor que le producía tragar antes de decidir buscar ayuda. En general el consultorio se ha ganado la reputación de ser serio y de trabajar sin juzgar a todos aquellos que de un modo u otro han tenido complicaciones en la busqueda de su yo.

Mas allá de un pequeño tatuaje en el hombro derecho no había nada particular con F. Bueno, al menos nada que me llevara a pensar que me iba a pedir algo tan extraño.

La conversación inició como otras. Buenas tardes y demás formalidades. Me extendió la mano izquierda al saludar. Algo muy raro, la mayor parte de la gente, aún los zurdos saludan con la derecha. ¿Que lo trae al consultorio esta tarde F?

Dejeme plantearle algo, dijo con mucha seguridad, un dilema moral; es importante que su mente se encuentre en el lugar adecuado antes de que yo le platique el porque he venido a visitarlo. Bien dije yo, lo escucho.

¿Ubica como a las personas que tienen hijos se les perdonan muchas cosas? Vamos, si tu hijo está enfermo y en la oficina te llama tu mujer y te pide que por favor salgas una hora antes del trabajo nadie te va a reclamar, nadie te va a ver feo. Es mas lo mas probable es que hasta se ofrezcan a hacer algo del trabajo por ti. -Pero eso no dura para siempre- intercedí yo. No no, por supuesto que no, pero imaginemos la misma situación, salir una hora antes del trabajo en un día como cualquier otro. Una situación de excepción, digamos dos veces en un año. Ahora bien, si uno no dice nada, simplemente dice, lo lamento tengo que salir una hora mas temprano el día de hoy, motivos personales. Nadie se inmuta tampoco. Pero no vaya a decir uno, que ganas locas me acaban de dar de ir a mi casa a masturbarme y me voy a ir una hora antes del trabajo para ello porque entonces si, se ha cruzado una linea.

Estará usted de acuerdo conmigo que la linea es imaginaria ¿Doctor? -Puedo ver el punto si, prosiga-. Bien pues, la noción es que aunque el acto final es el mismo, no estar en el trabajo una hora, las razones le dan o quitan validez de acuerdo a una serie de lineas imaginarias que nos planteamos todo el tiempo.

Ahora bien, lo que le quiero plantear es lo siguiente. Quiero que me corte la mano derecha. No pienso explicarle el porque, simplemente, porque no creo que me comprenda y porque no es importante. Lo que le voy a explicar es porque la línea imaginaria que piensa que no debe cruzar no es importante.

Si me incorporara yo al ejercito para ir a matar gente que no conozco en un país que ni siquiera nos ha invadido y tengo la mala fortuna de sufrir un accidente en mi mano derecha, no solo me van a cortar la mano, sino que además me van a recompensar como un patriota, un heroe. El costo de mi mano son todos sus impuestos, mas la vida de varios desconocidos y un falso homenaje. Si me meto de aprendiz de obreo y meto la mano en una maquina en el momento equivocado usted estaría obligado a cortar mi mano, o a reparar lo que quede de ella. El costo de mi mano son la producción de la fábrica ese día, las cuotas del seguro, el prestigio del patrón. Si me intento cortar la mano en casa el costo de la mano es el tiempo de los paramédicos que podrían estar ayudando a victimas de accidentes de tráfico o cosas parecidas. En fin, creo que empieza usted a ver el patrón.

Y si, la desición de perder la mano es estética, igual que lo es ponerse tetas mas o menos grandes, tatuarse lineas en los ojos de por vida, depilarse con laser, romperse las piernas para ganar diez centímetros mas o cambiar de sexo. ¿Y si acaso piensa usted que es algo autodestructivo, que me dice de comer, fumar, beber, manejar?

No me de una respuesta todavía. Pienselo, discutalo con colegas si es necesario. ¿Le parece bien si saco una cita para dentro de un mes?. -Está usted perdiendo su tiempo- le dije, visiblemente trastornado. Lo que me pide es completamente falto de ética, lo primero es no hacer daño.

Ya no me estaba escuchando. Salió, cerró la puerta tras de si y pagó.

También pagó por adelantado la cita de hoy.

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