11.8.07

Viaje

Los viajes en ocasión me estresan, un poco del mismo modo que en la escuela me estresaban los examenes por venir. Siempre siento que por algún motivo extraño voy a olvidar la fecha, o la hora o el sitio de donde sale el avión, o el tren, o lo que sea. Y entonces me presento en donde sea que fuese que yo pensaba que había que estar, solo para enterarme que el avión ya se fue, o el tren sale de la estación del otro lado del pueblo, o que el examen final en realidad fue hace tres semanas y todo el mundo se preguntaba porque no había ido.

Entonces el obsesivo compulsivo que tengo dentro empieza a hacer de las suyas, repasar las listas mentales de cosas imprecindibles, documentos, números de reservación, terminales de salida, y asi con todas aquellas cosas que creo pudieran fallar. Pero la cosa es que no las checo una, sino al menos unas treinta veces en mi mente. Repaso todo esperando descubrir el pequeño detalle que olvidé las anteriores 29 veces.

Lo que no me paniquea es hacer la maleta. El check list es mucho mas simple, y lo único que es básico son los boxers. Lo demás puede no olvidarseme sin causar mayor conflicto. Ese es el resultado de la última vez que deje a mi madre hacer mi maleta, como a los 8 años sino es que menos, cuando en un viaje a Acapulco, después de un día de arena y playa salí de la regadera para descubrir que mi madre había olvidado empacar calzones. Desde entonces la lista empieza algo asi como boxers, playeras, pantalones, calcetines, sudadera/sueter/chamarra, tenis, listo. Tiendo a viajar ligero. Los aditamentos de baño casi siempre son solo mi cepillo de dientes y la pasta. En casi todos lados del mundo puedes conseguir un jabón. Viajar con toallas siempre es un desmadre. Aunque creo que Douglas Adams tenía razón, la toalla mojada siempre es el negrito en el arroz.

Ya están todos los documentos listos y en la mesa, las pilas se están cargando, la cuenta regresiva se acerca a menos de un día, al menos menos de un día para que yo ya esté air-bound rumbo a la ciudad de México.

19 horas de viaje y dos transbordos.

Y al final del viaje, la bebe bonita, el comienzo del siguiente viaje.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Demonios , crei ser la unica que sufria ese estres viajero... y que tenia esos sueños :|

Y bueno, despues de repasar todas la lista miles de veces ... le deseo un muy buen viaje :)

Skene dijo...

tu estreseitor para viajes? nombre!!! mientras no cheques las recomendaciones del new york times, todo bien... je, je, je

y si, aqui te esperamos :)

La Blu dijo...

lo mejor de lo mejor siempre para usted.

Buen viaje, no se preocupe... que si algo tiene la posibilidad de salir mal... sin duda así será, jejejejeje.

Nahh, usté es un muchacho muy listo y si pasa algo, seguro sabrá resolverlo en el momento.

Felices diecinueve horas previas a su gran nuevo viaje, eligió a la compañera idónea para usted y su deseo por ser feliz así que... a volar, nomás.

Abrazos desde por acá.

Rodolfo JM dijo...

verde, necesito tu correo para enviarte el cuento, ¡no lo tengo!
saludos.
RJM
(héroes y canallas)