4.5.07

Prohibiciones

Es interesante sentarse y pensar si somos en verdad capaces de adherirnos a un régimen repleto de prohibiciones.

La reflexión surge de una amiga que viviendo con su novio mientras estaba de viaje decidió tener una aventura con alguien que conoció allá y ahora está seriamente emocionada con la idea de volver a verlo, pero aún asi no ha dejado del todo a su novio.

Platicando mas a fondo me decía ella que en este momento no se sentía tan culpable como cree que se podría sentir si la situación fuese con ella estando casada y con hijos. Y como ejemplo mencionaba que en su familia ocurrió tal situación (su padre por instantes decidió que cariño físico de mas de una fuente) y que sentía que aunque no había sido devastante si habían sido años de duras tensiones familiares.

Ahora bien, la humanidad está llena de listas de cosas prohibidas, y pensaría yo que la cosa prohibida número uno de manera casi universal, es no matar.

Y sin embargo se mueve. Diario hay noticias de muertos, ejecutados, guerras, en fin, la estupidez humana en todo su esplendor.

De la muerte no hay regreso, ahi se termina el viaje, no puedo imaginar ninguna otra "consecuencia" mas sería que ella, todo el mundo ha ido a un funeral, y casi todos han llorado su propio muerto, y sin embargo, esta conciencia del dolor de lo irremediable no logra detenernos.

Luego vienen las demás cosas en la lista de cosas prohibidas. Los amantes, las drogas, las comidas grasosas, y un largo etcétera dependiendo de tu inclinación política, social, religiosa u otra.

Y bueno el día que uno transgrede por primera vez cualquier lista prohibida, existen dos alternativas, o uno entiende el porque la situación está prohibida y evita en la medida de lo subsecuente hacer lo mismo, cargando siempre con la culpa irremediable, o simplemente decide que la prohibición es absurda y en una versión vive y deja vivir continua repitiendo la acción a pesar de la supuesta prohibición.

¿Luego entonces a que nos lleva la existencia de dichas prohibiciones? A nada, a vivir bajo la ilusión de que tenemos algo de poder sobre nuestras vidas, y a buscar maneras de autojustificar lo que debería de ser en primer lugar una parte autoevidente de la realidad.

En lugar de las prohibiciones eben estar las campañas de información, si acaso, al final cada quién es el último responsable de sus actos.

Asi que, la proxima vez que vayas a cruzar la línea, deja al borrego que llevas dentro, deja de arrastrarte por la manada, eres tu y solo tu el que toma la decisión.

La proxima vez que pienses que mágicamente a través de un proceso de maduración mágico las cosas cambian, piensalo dos veces. La realidad es una y una nada mas. Puedes vivir de tus culpas o puedes vivir de tus elecciones.

Finalmente, antes de plantear la posibilidad de apuntar con el dedo flamígero, condenando a todos aquellos que van mas allá de las prohibiciones, piensa en cuantas veces tu, siendo la persona mas importante del universo, has decidido que las prohibiciones solo aplican a los demás y que tu en tu inmunidad interna eres la única persona capaz de poder manejar la dualidad de transgredir el límite.

Hacer introspección es difícil, nunca es fácil lidar con el hecho de que nadie es perfecto, quizá con la excepción del perfecto idiota.

1 comentario:

Mau dijo...

Wise Post.

Sigue Gozando!