17.3.06

Me sigo ahogando en el mismo vaso de agua

Las relaciones interpresonales de dos.

La busqueda de la pareja. La existencia de la pareja. La complicidad.

Antes de irme de México, tenía muy claro que la mejor manera de irse era abandonar el barco sin arrastrar a nadie al agua. Mejor para mi y mejor para todos. Pero no, lo mas fácil no siempre es fácil. Al contrario, me tropecé con un pedazo de historia y la arrastré al agua. No a fuerza claro está, ella también dijo que si se aventaba por momentos.

El caso es que en este momento siento que la pausa que existe en mi lado parejil de la vida es completamente artificial. Mas allá de no hablar el suficiente francés para salir a platicar con el mundo, estaba también mi interés por no hacerlo en función de la persona a la mitad del mar.

Pero la persona a la mitad del mar es virtual, existe por el momento únicamente en la zona digital de mi vida. Y no solo eso sino que además lo hace por pequeños momentos. Lo malo es que son momentos muy complices.

Si fueran momentos piteros sería todo tan fácil. Pero insisto en la no-facilidad. Los momentos complices me agradan mucho, pero (al menos mi lado mental, que en mi es una gran parte de mis lados) no creo que sean suficientes. Y, debido a mi postura respecto a la fidelidad de las complicidades, me detienen.

Entre dos tierras. Complicidades virtuales chidas, pocas, pequeñas e intensas, pero asociadas a una espera gigantesca que no estoy seguro de aguantar. La necesidad real de la compañia y la creación de complicidades que habiten en el mundo real. La incompatibilidad (en mi mente) de las complicidades virtuales chidas con las complicidades reales chidas.

Estoy en el hoyo. Seguramente que la respuesta es mucho mas simple.

En fin, este es uno mas de esos posts crípticos que hacen de este un blog de culto.

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