No he posteado mucho porque no ha sucedido mucho, nada que me halla llevado a alguna reflexion interesante ni nada por el estilo.
El fin de semana estuvo medio flat, pero termine de leer la novela que ya llevaba arrastrando casi dos meses, si no es que mas. Dicha novela era Por quien doblan las campanas. La historia de un dinamitero estadounidense en la guerra civil española. Me gusto, no quedo dentro de mi lista de libros favoritos, pero es una de esas historias, en general simples, pero contada con suficiente detalle como para envolverte en la epoca, en el momento y sobre todo, el mayor merito para mi gusto fue la honesta intencion de Hemingwey de transmitir la forma de hablar de los españoles y la estructura del español en si, en una novela escrita en ingles. El resultado en ese sentido es muy bueno.
Las cosas en el laboratorio ya estan mejor, la verdad las dos semanas anteriores, fueron una completa perdida, solo uno de los experimentos dio un resultado relevante. Pero la estructura de la historia, y los pocos detalles que faltan por afinar, son en realidad eso, solo detalles por afinar. Espero, si todo sale bien, que el manuscrito quede listo para finales de este año, o principios del siguiente año.
En una nota extra a esto del laboratorio, me escribio la niña Julia desde Alemania donde se la esta pasando bomba, y me comento que su padre le habia comentado que me habian aceptado para el post-doc en Marsella, evento que me parecio extremadamente raro, puesto que yo no he recibido noticias de Malissen aun. Pero en fin, de todos modos lo tomare como un buen indicio de que las cosas en ese departamento van por buen camino.
Hablando de los rituales de apareamiento, ya tengo todas las tardes de esta semana repartidas en actividades extra-laboratorio, todas involucran salir con alguna niña que me gusta, pero no puedo quitarme de encima que toda la idea del show me sigue dando flojerita, ademas que se que las oportunidades reales de conseguir que cualquiera de ellas se interese genuinamente es practicamente cero. Asi que son batallas perdidas a las que asistire unicamente porque la compañia de las mujeres es en si un placer, sin importar el resultado. La sonrisa femenina me sigue pareciendo encantadora y sigo adicto declarado.
Asi van las cosas, a ver que sucede despues.
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