Al principio soñaba contigo añorando estar a tu lado. Te parecías tanto a lo que estaba buscando.
Después dormí a tu lado y mis sueños desaparecieron.
Mas tarde regresaste a mis sueños como una tortura para recordarme mi soledad.
Por un tiempo desapareciste por completo de mis noches.
Cuando regresaste y volviste a plantar en mi mente la semilla de tu imagen y de tu tacto y de tus ojos no sabía que te ibas a convertir en el sitio a donde va mi mente cuando piensa en un lugar donde supuestamente todo está bien.
Hoy me desperté soñandote nuevamente, mi cabeza en tu regazo, volteando a verte, besandote para después preguntarte si finalmente sería posible no solo esa felicidad onírica sino también el compartirla con el mundo.
Ya no me angustia soñarte, eres un lugar de mi que existe en mi mente, un ideal que persigo y que tiene tu rostro, pero es un lugar que no existe contigo. Por el momento, sin embargo, estoy contento de que exista en mis sueños.
1 comentario:
A la chingada, que buen texto.
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