Nada hay como el dialogo para aprender.
Pero el diálogo requiere estar dispuesto a escuchar con la seria disposición de cuestionarse a uno mismo sus razones.
Asi, si aquellas razones expuestas por la contraparte explican mejor los fenómenos descritos, entonces es prudente examinarlas más detenidamente y de ser el caso aceptarlas como el camino correcto.
Pero se necesita llegar al diálogo sabiendo un poco de uno mismo, entendiendo cuales son las motivaciones propias, o las que parecen serlo, y teniendo una idea clara y honesta de lo que es el yo, ese al que solo tiene acceso uno.
Es asi que cuesta tanto trabajo construir cosas.
Y de tiempo en tiempo hay que tomarse tiempo para reflexionar sobre el presente, saliendose uno de la corriente y de la inercia del diario y del cotidiano.
La estimulación de la neurona con la plática es el verdadero alimento del ser.
1 comentario:
El "ahorita" es lo más chingón, pero cómo nos cuesta comprenderlo.
¡Abrazoporteño!
Celeste
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