11.10.11

Introspección

Nada hay como el dialogo para aprender.

Pero el diálogo requiere estar dispuesto a escuchar con la seria disposición de cuestionarse a uno mismo sus razones.

Asi, si aquellas razones expuestas por la contraparte explican mejor los fenómenos descritos, entonces es prudente examinarlas más detenidamente y de ser el caso aceptarlas como el camino correcto.

Pero se necesita llegar al diálogo sabiendo un poco de uno mismo, entendiendo cuales son las motivaciones propias, o las que parecen serlo, y teniendo una idea clara y honesta de lo que es el yo, ese al que solo tiene acceso uno.

Es asi que cuesta tanto trabajo construir cosas.

Y de tiempo en tiempo hay que tomarse tiempo para reflexionar sobre el presente, saliendose uno de la corriente y de la inercia del diario y del cotidiano.

La estimulación de la neurona con la plática es el verdadero alimento del ser.

1 comentario:

Celeste Laviani dijo...

El "ahorita" es lo más chingón, pero cómo nos cuesta comprenderlo.
¡Abrazoporteño!
Celeste