Resulta que no todas las historias que te cuentan son ciertas, que todos estamos dentro de pequeñas cajas donde creemos que entendemos el mundo, pero solo se necesita que se mueva tantito el orden de las cosas y hasta el mas tranquilo pierde el piso.
¿Alguna vez te has intentado imaginar un mundo sin gobiernos? Por ejemplo, no implica que inmediatamente descartes la idea como una locura, sino que intentes construir un modelo del mundo que pueda funcionar sin gobiernos.
¿Que tal un mundo en donde no hay fronteras y todo el mundo tiene libertad de migrar a donde se le pegue la gana? La verdadera globalización.
Pero mas allá de lo mucho que los temas de migración y los sistemas de gobierno están en mi mente no es de eso que va este post.
Resulta que cuando me quedó claro que mi casa está donde está Mariana y que estar lejos de casa es infinitamente triste también quedó claro que todo lo que existe hasta ahora no necesariamente seguirá existiendo después.
Y ese miedo a perder lo poco que se puede haber conseguido a cambio de todo aquello que puede ser conseguible es uno de los mas grandes paralizadores.
Pero la verdad es que es solo una ilusión óptica que resulta de la distorsionada importancia que nos damos como individuos. Pensamos que si algún dia fallamos o dejamos de estar todo se va a ir al cogote. ¿Quién terminará de hacer este trabajo? ¿Quien va a salvar a la humanidad en mi lugar? Pero lo que pasa es que nos estamos haciendo las preguntas equivocadas. La pregunta correcta es: ¿Cuando fue la última vez que hubo caos mundial porque se muriera un presidente, un monarca, un iluminado, nadie? El mundo se reajusta solito, se reacomodan las piezas como los granos en un reloj de arena.
Es ese el poder del individuo, el poder de saber de su propia insignificancia en el gran esquema de las cosas y su importancia infinita para todos aquellos para quien uno es en verdad relevante. Es por eso que se pueden perseguir los sueños mas esotéricos, las aventuras mas extrañas, recorrer los caminos desconocidos.
Y es asi que me sé en completa libertad de perseguir mis sueños, de no dejar de nadar jamás, la libertad de vivir.
Es asi que sé que el camino correcto para mi es el que me lleva a Mariana, el que me lleva a casa.
3 comentarios:
Claro que este parece ser un argumento justo por el "no poder" del individuo.
Te felicito por la claridad de ideas, por compartirlas y por el valor de aventarte y disfrutar de esa libertad. Ojalá todos tuvieramos ese valor. Te deseo lo mejor! M.
el amor te transforma...! notese que tus letras irradian felicidad.
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