Pornografía vs Intimidad

Llevo mucho tiempo dandole vueltas a este post, pero no me había decidido a escribirlo, supongo que al final de cuentas hoy es tan buen día como cualquier otro para escribirlo.

Este es un choro largo.

Desde hace mucho tiempo me quedó claro que una gran parte de los problemas de la humanidad surgen directamente del sexo. Y no es para menos dada la fuerza con la que las endorfinas le pegan al cerebro.

En un principio, por ejemplo antes de de la pubertad, las cosas no son mas que una vaga impresión de la realidad, del mismo modo aún en las mas fresas películas de Disney uno de los momentos cuspide siempre es el primer beso, ese que dibuja un final feliz.

Después las cosas empiezan a cambiar, y los besos dejan de ser material de fantasía para convertirse poco a poco en una realidad. Recuerdo que una de mis grandes dudas era saber porque mis papas no se saludaban de beso en la boca siendo que eran una pareja. Pero bueno supongo que gran parte del porque radica en lo que la sociedad espera y permite de sus individuos. Mas de eso mas tarde.

Y asi poco a poco va uno avanzando del conocimiento teórico al conocimiento práctico de las cosas agarrandose de donde sea que haya información y en mas de una ocasión a fuerza del ensayo y el error.

El caso es que después de mucho tiempo, ya regresando mas hacia donde nos encontramos ahora, y sobretodo con el advenimiento de la red y la facilidad de la adquisición de imagenes pornográficas me plantee la pregunta seria de que era, si es que lo había, lo que creo es la mayor atracción de la pornografía.

(Pequeño parentesis para una anecdota. Uno de los parientes de la familia tenía abiertamente, bueno, mas de uno, pero eso no importa, una amplia colección de revistas en su baño. Me gané un gran sermón al respecto debido a que no tuve la precaución de volverlas a dejar en el orden en que las encontré)

Ahora si, al punto.

Resulta que el elemento que mas encuentro atractivo de la pornografía es la idea de que las mujeres escogen gozar.

Vamos por partes. México vive una represión sexual bastante densa. La religión católica invade al 95% de las mentes del país y hasta hace muy pero muy poco tiempo la idea del sexo mas allá de los hijos era una aberración de proporciones bíblicas.

Y entonces la idea es que la labor de los hombres es intentar convencer, hablar de amor y otras tantas cosas para acceder al sexo, mientras que las mujeres son constantemente bombardeadas por mensajes ambivalentes de peor nivel. Que si los hombres solo quieren usarlas, que si el sexo solo vale la pena como la cuspide del amor, y mil otras cosas. (De ahi surge también que aún parejas establecidas no se puedan salir de ciertos límites socialmente correctos)

El caso es que todo ese adoctrinamiento, que empieza con las películas de Disney, por cierto, está ahi antes de siquiera llegar tantito cerca de la meta.

Y entonces prácticamente todos los primeros encuentros, como en película de Woody Allen tienen en la cama a los padres, a los maestros, a la sociedad completa en lugar de incluir solo a los dos involucrados.

Y el asunto es que a través del tiempo me queda claro que las mujeres (y los hombres también) son completamente capaces de entregarse de lleno a la idea de gozarse mientras están desnudos y con ganas de llenarse la mente de endorfínas, sonrisas y complicidades.

El secreto está justo en la creación de la intimidad. De sentirse bien consigo mismo y con el otro, de tener ganas de estar ahi, de entender que a nadie tiene porque interesarle (mas que a la otra persona) lo mucho que a uno pueda gustarle estar arriba, o abajo, los besos en el cuello o en los codos.

Ahora bien, estoy seguro que se puede crear suficiente intimidad en una noche para gozar sin mayor conflicto, pero la intimidad que genera el conocimiento a través del tiempo (incluido el autoconocimiento), sobretodo si va progresivamente atada a las ganas de estar bien con la otra persona y hacerla sentir, no tiene comparación.

Es asi que hago un llamado a las mujeres del mundo (que tal) para que escojan gozar.

Nada hay mas atractivo para un hombre como una mujer que goza de gozar.