Viajando sin moverme

Ya faltan solo dos horas para el vuelo hacia Tokyo. La bateria de la lap no tiene toda la pila que yo quisiera, pero ya desayune y compré los encargos, en ese orden.

La sala de abordaje de donde sale el avión fue host al abordaje de otro avión con dirección a algún lugar en Africa, y mmm no se, me molesté con el mundo, me moleste con los medios y con todas esas noticias y documentales tipo: Ellos y Nosotros. Me encontré desconfiando de "ellos" al menos al nivel de la tripa, al nivel del perro de Pavlov. Por si alguien dudaba aún del poder de los medios. En todos los demás niveles no tengo mayor conflicto con el mundo, me molesta la ignorancia como generadora de ineficiencia y asi, pero bueno, no soy yo el que dirige el show.

Me estaba quedando dormido y me fui a comprar un café. Dió resultado.

Me gustaría que en estos pequeños comentarios del viaje hubiera algo mas que el reporte de mis observaciones del mundo y mmm algo aventuroso, de esas cosas que solo existen en la ficción colectiva, un quickie con una aeromoza o una empleada aeroportuaria, vestidita en su uniforme, en algún rincón en remodelación del aereopuerto. Pero no, aqui estoy escribiendo esto en lugar de viviendo la fantasía de miles de personas. Quizá solo fuera cosa de pedirselo amablemente a una de las empleadas del aereopuerto, en una de esas alguna de ellas está frustrada porque también esa es su fantasía y nadie se lo ha pedido bonito. Una mas de esas tantas interrogantes que no puede ser resuelta en este momento.

La zona de espera ahora se empieza a llenar de personas con razgos orientales, con este vuelo estoy pisando mi tercer continente, y creo que podré ir a Africa el año que viene si todo sale bien.

Este último enunciado es cortesía de alguna neurona que se atraveso en el discurso normal del post. Bueno, aqui dejamos el show hasta llegar a Japón, quizá necesite la red y la computer allá, quizá no, pero hay que abrir puertas a las posibilidades.