Escribo esto para ti.

Hoy a eso del mediodía venía pláticando con una amiga acerca de ti. Acerca de la felicidad que me produce tenerte cerca y de otras cosas, lo que recuerdo haber dicho en mi defensa era que aún no te había escrito una carta como todo un enamorado que se respete. Pero, heme aqui haciendo justo eso, porque aunque esta parezca una entrada normal en el blog, no lo es, es una carta para ti. Es una carta para decirte que eres una niña extremadamente hermosa, que me emociona pasar mi tiempo contigo y que es divertido tener tu compañia mientras la ciudad se presenta con toda la claridad que es posible. Es una carta para decirte una vez mas que me beses y que me beses mucho porque cada beso tuyo me transporta a un universo donde solo existe el sabor de tu saliva y la textura de tus labios. Es una carta para pedirte que sonrias todos los dias de tu vida, sin importar el motivo, sin importar si yo estoy ahi o no, porque es justo tu sonrisa el punto sobre el cual en este momento se sostiene el universo. Escribo esto para ti, para que sepas que eres especial, que eres unica y que eres irrepetible. Escribo para que a través de estas letras ordenadas en palabras percibas la sonrisa que hay en mis ojos y en mis labios al recordarte. Estoy tecleando sobre mi laptop para dejar aqui en claro que me interesa escucharte y que aun cuando en ocasiones no me creas quiero escuchar todo lo que tengas que decirme, simplemente porque estoy seguro que ahi dentro de esa cabecita hermosa se ocultan cosas maravillosas. Escribo esta carta para ti simple y sencillamente porque aun no entiendo el porque enamorarme de ti asi, tan facilmente, sin complicaciones, solo porque tus ojos y tu sonrisa me recuerdan toda la belleza que hay en el mundo. Esto es tuyo y lo será por siempre aún si es sepultado por el tiempo o si es sepultado por el olvido. Es tuyo para que escojas cual debe ser su destino, espero lo guardes en algún lugar cercano a tu corazón, quizá detrás de la aorta ascendente, o tal vez justo debajo de la coronaria izquierda. O no, no lo guardes, dejalo pasar para que se convierta en un pensamiento volatil y que una vez en el aire nos contagie a todos con la alegría que me ofrecen tus ojos.

Escribo esto para ti.