6.2.05

El día de ayer fue particularmente intenso.

Después del reglamentario squash que a estas altura ya tiene un nivel decente, y de haber desayunado las últimas dos piezas de pan dulce que quedaban, me lanzé nuevamente al centro. Esta debe ser como la 5a ocasión que voy al centro en el transcurso del último mes.

En esta ocasión el trayecto caminado físicamente no fue tanto como en otras expediciones, sin embargo el trayecto emocional fue muy superior. Estoy emocionado, me gusta mucho la sensación, me gusta mucho ella, se está a gusto a su lado con los ojos cerrados.

Después de la despedida regresé a mis dominios en el Sur de la ciudad, pero ahora radiante.

Los siguientes elementos intensos fueron un par de cenas. La primera de ellas con mis amigos médicos. Ya se infectaron, de 4 amigos cercanos (aunque una sea muy lejana sigue siendo cercana) 2 planean casarse este año. Ya se contagiaron, suficientes factores de riesgo. Hay que conseguir una pareja permanente y construir un futuro, YO aun no estoy ahi. Pero que se infecte tu grupo cercano definitivamente es riesgoso.

La segunda cena fue con amigos del pasado, de los cuáles la gran mayoria son aun amigos, pero la cercanía que hubo en otros tiempos no es la misma. Sin embargo verlos otra vez reunidos a todos, ver al Circulo Casimiro Liceaga reunido una vez mas fue extremadamente emocionante. En verdad gozaba yo de su compañia hace mucho tiempo y anoche lo recordé en toda su gloria pasada.

Todos estos elementos sabatinos me llevaban a reflexionar, durante el trayecto de regreso a casa, en los miles de mundos que han sido parte de mi desde el principio de mis tiempos y de como cada uno de ellos ha ido dejando una enorme y profunda huella en lo que soy yo ahora. Pero no solo eso, sino que también me llevo a reflexionar en lo único e irrepetible que es mi mundo interno, ese rompecabezas del que solo yo tengo todas las piezas, y ya ponendose muy existencialista, de lo fútil que es pretender entender al prójimo, cuando cada uno no es sino la mezcla de millones de experiencias únicas e irrepetibles, pero de lo enriquecedor que es el estarnos haciendo los unos a los otros piezas nuevas para insertar cada quien en su rompecabezas personal.

Wow, no me había dado cuenta!!!!!!!! Ayer fue 5 de Febrero. Los 5 de Febrero siempre me han sido benévolos. Freaky coincidence.

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