La dependencia de la velocidad

Durante toda su historia el hombre ha querido mas. Ir mas rápido, llegar mas alto, ser mas fuerte. Desafortunadamente esta carrera desenfrenada hacia adelante dificilmente deja tiempo para reflexionar sobre el momento sobre el instante, sobre el tiempo que de tanto avanzar mas y mas rápido se pierde en su propio sueño de llegar antes que nadie al futuro inexistente aún.

Todo este choro viene al caso porque me he dado cuenta que en ocasiones me da flojera venir hasta aca a escribir unicamente porque con la conexión télefonica llegar desde la página de blogger hasta el sitio donde puedo escribir mis estupideces tarda cerca de 5 minutos. Y en ocasiones siento que 5 minutos son demasiado tiempo. Necesito escribir lo que tengo que escribir YA y no puede esperar los dichosos 5 minutos.

Sin embargo, el día de hoy me di cuenta (nel, me di cuenta hace mucho tiempo, pero hoy decidi traerla al plano conciente completo) de esta situación y considero que 5 minutos no es nada, es el tiempo de una buena canción, o el tiempo que tomaría llegar caminando a la tienda por un refresco o unas papas o cualquier otro implemento chatarra con alto contenido de high fructuose corn syrup.

Asi que poniendo todas las cosas en la balanza, 5 miseros minutos a cambio de venir a que se desate el torrente de palabras bien valen la pena.

Cuando 5 minutos de espera te pesan, es que ya estas seriamente enviciado con la velocidad, todo lo quieres ahorita, y no ahorita como le dices a tu mama que ahorita bajas a comer, sino ahorita como que en el tiempo que te tardaste en leerlo ya te tardaste demasiado.

Asi que a escribir.