10.12.03

El post del dia de hoy puede ser algo... intenso. Lease, puede haber quien se malviaje dado al contenido, pero nuevamente enfatizo que si lo quiere usted leer es por su propia voluntad.

Desde hace un par de dias, traigo en mente el tema del sexo oral, y en particular el del sabor de los genitales femeninos, y me entro esta inquietud al respecto, de escribir al respecto. De sentarme frente a la maquinita y ver que fluye de dicho tema.

Antes que otra cosa, se que es lo que no fluye. No fluye la idea de hacer una descripcion tipo catalogo de vinos, describiendo los distintos sabores que he conocido en la vida, asi que por ahi no va la cosa.

Empiezo entonces por el principio. Cuando la inocencia aun no se habia perdido, la idea del sexo oral llegaba a ser malviajante. Desde situaciones tipo que humillante, pasando por el asco, entre muchas otras (todas ellas ahora diagnosticadas como estupidez y desconocimiento por el retroscopio). Sin embargo un dia, pudo mas la confianza con la pareja y la curiosidad. Y debo confesarlo, la experiencia me encanto. Me gusto la textura, me gusto el sabor, me gusto la idea de provocar placer. Pero para seguir con la disertacion... el sabor. En general me considero una persona a la que le gustan los sabores fuertes y unicos. Me gusta el whiskey, me gustan los quesos fuertes, etc. Es en este punto donde surge la pregunta, me gusta el sabor de los genitales femeninos dado que me gustan los sabores fuertes y particulares, o sera esta una caracteristica universal? Es algo que geneticamente le sirve a la humanidad, y la realidad es que a nivel de gusto no hay quien pueda resistirse? La verdad es que no lo se, nunca ha sido un tema tratado entre amigos, asi que no lo se. La idea es que a mi me gusta y me gusta mucho.

Ahora existe una vertiente interesante del tema, y se convierte en como el conocimiento amplia la percepcion. Por ejemplo, me acuerdo que hace mucho tiempo mis padres mencionaron que olia a petate quemado para referirse a la idea de que alguien estaba fumando mota. Pero yo no podia percibir dicho aroma, no lo conocia. Una vez que lo conoci, puedo distinguirlo con una facilidad sorprendente. Algo similar sucede con el sabor de los genitales femeninos. Una vez que conoces el sabor de tu pareja, es muy facil identificarlo de manera mas tenue, pero sin embargo igual de atrayente, en todo su cuerpo. Al besar la espalda, existe en el fondo de ese beso, un toque del sabor de su sexo. De igual modo lo percibes al respirar a la persona, al acercarte para abrazarla, esta ahi. Eso le da un toque particular a la situacion, no lo puedo definir, pero puedo seguir haciendo incapie en el hecho de que me gusta y me gusta mucho.

Es extraño entender como he ido perdiendo la inocencia. En el camino he adquirido conocimiento y mi percepcion de muchas cosas ha cambiado. Entre ellas, y una de las cosas de las que estoy agradecido de haber hecho el experimento la primera vez, esta el conocer el sabor de los genitales femeninos. Por si no ha quedado claro hasta estas alturas del post lo repito una vez mas, es un sabor que me gusta.

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