El día de hoy es viernes, de esos que hay 52 cada año.
Luego entonces si vives en promedio 75 años habrás pasado por 3900 viernes en tu vida.
Pero aún no llegamos hasta allá, de los 12,954 dias de vida que llevo, apenas llevamos unos 1850 viernes (+/- 1)(menos de la mitad todavía)(y mas bien como un tercio si como yo tienes planes de vivir hasta los 110 años de edad).
De esos 1850 tenemos que restar unos 260 que no recuerdo simplemente porque antes de los 5 años de edad la palabra viernes prácticamente no tenía significado alguno.
Pero mas allá de hablar de todos los viernes, imagino aqui el título de una película: "Todos los viernes del universo", me interesa hablar de este viernes, el viernes #1850.
El viernes #1850 marca un final y un inicio, es una frontera. Estoy terminandome la última taza de café que me tomaré en este escritorio, mientras el escritorio es mio, puede ser que vuelva y tome tazas de café aqui, pero ya no será mi escritorio.
Pero el viernes #1850 no es importante porque algunas cosas dejan de ser, sino porque otras serán.
El viernes #1850 es importante porque mañana duermo en otro país, porque mañana duermo en brazos de la mujer que amo, porque mañana comienza la aventura del resto de la vida.
Pero cada viernes es una frontera, cada viernes comienza el resto de la vida (junto con el fin de semana) cada viernes.
Estoy con las sensaciones a flor de piel (quizá sea el café que me estoy tomando porque hoy no compre un pan dulce para acompañarlo) y conforme avanza el tiempo crece la sensación de vida, de emoción.
Intentamos compartamentalizarlo todo reflejando la naturaleza, los dias y las noches nos separan en unidades discretas de tiempo, siendo que el tiempo es continuo e indivisible. Y entonces llegan a su fin dos años de mi vida que se pueden definir no por el tiempo sino por la posición en el espacio. Mis 104 viernes en Londres (no todos en Londres, pero se entiende la idea).
Mi mente se pierde y no sabe que mas escribir, el caso es que hoy es el Viernes #1850 y como ya le hemos puesto nombre quedará para el recuerdo junto con todas las demás fechas de la memoria que se diluirán poco a poco en el mar de la eternidad pero que jamás dejarán de existir.