19.1.11

High and Low

Mientras escribo esto intento pensar, en la mejor manera de escribirlo. Digo esto porque el tema del post lleva dandome vueltas y vueltas en la cabeza, pero no sé bien a bien si vaya a poder salir como quiero (vamos siempre terminaría saliendo como quiero puesto que si me decidiera a borrar lo escrito hasta ahora, ustedes, que no nadie puesto que yo si, no sabrían jamas que escribí algo y no quedó como yo quería).

De regreso a las vías del tren del pensamiento que descarrilarse no es parte del post.

Londres no tiene ya nada para mi, dia a dia me despierto pensando en lo ingrato que es tener que venir al laboratorio, lo pinche que es tener que ir a conseguir comida al super y lo molesto que es cocinar en un sitio donde no se siente ningún placer. Me tengo que empujar todo el tiempo para hacer las cosas a las que ya me comprometí.

Mi verdadera vida pende de un hilo electrónico, mis momentos del día que valen la pena son los que me conectan en directo con Mariana. La interacción en twitter, el chat en gmail, los sms, los pokes en facebook, las conversaciones nocturnas y matutinas en Skype. Es a través de esas pequeñas ventanas tecnológicas que puedo respirar un poco.

El fin de semana que acaba de terminar tenía yo que escribir una propuesta de proyecto para un posible financiamiento de un trabajo en Barcelona, eso implica leer cosas nuevas, ordenar las ideas en un proyecto coherente, tener referencias que justifiquen las cosas que se enuncian en ella. Escribirlo fue posible porque Mariana estaba ahi, simplemente su presencia virtual fue suficiente para que mi mente pudiera enfocarse, y lo que pasa es que su ausencia me perturba, me impide estar tranquilo, me hace falta, mi organismo reclama algo de ella, de su maravillosa sonrisa, de su mirada. En realidad todo mi ser reclama a cada momento la presencia de Mariana, extraño el roce de su piel, el sonido de su risa, el brillo del sol en sus ojos, su mano en mi mano, las horas enteras pasadas desnudos bajo el nórdico.

Y bueno, hace unos dias justo platicabamos ella y yo de esto, del dolor de la ausencia, de los puntos bajos que se tocan cuando no hay la posibilidad inmediata de remediarlo todo con un beso.

Y lo que me queda claro es que a pesar de todo lo difícil que es esto, de lo descolorido de los dias lejos de Mariana, nunca cambiaría el hecho de haberla conocido, una y otra vez volvería a escoger enamorarme perdidamente de ella, enamorarme sin límites y sin barreras, entregarme todo, seguirla hasta el fin del mundo.

Y lo que pasa es que al igual que ciertas experiencias te cambian y ya nunca mas vuelves a ser la persona que eras antes, nunca mas seré la persona que puede vivir sin Mariana.

6 comentarios:

Alice dijo...

Me va a hacer creer de nuevo en el amor zopenco.

*lagrimita de felicidad*

Anónimo dijo...

Una pregunta: ¿por qué no viven en Londres donde ya tienes trabajo? ¿por qué tener que buscar un trabajo nuevo en Barcelona?

mariana m* dijo...

@Alice, por lo menos tienes que creer en este amor ;)

@Anónimo, se podrían enumerar todas las razones para realizar el cambio del muchacho a Barcelona, en lugar de eso diré lo siguiente: queremos ir muchas veces a la playa este verano y en Barcelona sí que se puede hacer eso :D

NTQVCA dijo...

Insisto: ¡Que bonito!

Anónimo dijo...

¡qué viva el amor!

Galleta *_* dijo...

Me recuerda cuando viva el amor cibernetico con mi ahora marido.

que chido que se sientan enamorados, es lo más.