Se abren y cierran los ojos.
Se gira la cabeza.
Se estira la mano.
Piel.
Mi voz.
Tu voz.
Caricias.
Besos.
Se cierran los ojos.
Dormir un poco mas.
Se abren los ojos.
Piel.
Saliva.
Nosotros.
Una eternidad hecha de instantes.
31.1.11
25.1.11
Blandengue
Me acabo de tomar dos cervezas y vi una película que me pareció blandengue.
La ingestión de las cervezas comenzó justo con el inicio de la película, asi que podemos calcular que cada cerveza tenía 440 ml en su interior con un 4% de alcohol. Lo que significa 35.2 ml de alcohol en total. Divididos entre 86 minutos que duró la película tenemos entonces que eso es igual a beber 400 microlitros cada minuto.
Ahora me estoy comiendo un yogurth con granola.
El asunto es que estos números en la introducción sirven para ejemplificar una cosa: Soy un clavado.
El problema con ser un clavado es que no siempre es fácil relacionarse con el mundo y en particular he de hablar aqui con el mundo que cohabita en este domicilio donde tengo que seguir hasta que el 20 de abril termine mi estancia en el limbo y pueda acceder al paraiso de la vida con Mariana 24/7/365/forever.
Este lugar es una antigua casa, diseñada hace mas de 100 años y los co-locatarios son una pareja particularmente extraña. El es Ganés y ella Neozelandesa y mi impresión es que están juntos porque no tienen nada mejor que hacer.
El es músico y vive para tocar los tambores, nada mas le importa y no deja que ella cocine para él. Ella es maestra en una primaria y vive para mantener al novio que no deja porque tener algo es mejor que no tener nada.
En las noches él se queda viendo la televisión hasta las dos de la mañana.
Ella acaba de regresar de Nueva Zelandia de un viaje que duró un mes. Al dia siguiente no se vieron ni media hora.
Pero creo que peor que ser testigo de un mundo que no tiene futuro, es evadir las conversaciones que no hace sino recordarme que no hay nada mas aqui para mi.
Cuando bajé por mi segunda cerveza al refrigerador ella me comentó que acababa de invalidar su tarjeta de crédito pues había olvidado el número secreto y se le hizo fácil intentar hasta que se le acabaran las oportunidades. No tengo comentario alguno que hacer al respecto, me parece inconveniente para ella que se haya puesto en ese predicamento, pero la verdad es que no me importa en lo mas mínimo, no quiero hablar del tema, no me parece gracioso, no es algo sobre lo que quiera hablar. Y entonces abro mi lata de cerveza y regreso a seguir con mi película.
La película se llama Please Give. Blandengue, me gusta esa palabra que triste que la tenga que usar para una película. Esta es una de esas películas acerca de los conflictos yuppies de los yuppies en Nueva York que se aburren tanto de sus vidas que se ahogan en vasos con agua. Pero nada, nada hay dentro de la película, no hay substancia, no hay nada que no se haya dicho ya antes mil veces mejor.
Y entonces lo único que pienso es que la vida blandengue no es para mi y nunca lo será, ni en película siquiera.
Lo mio es la vida clavada.
La ingestión de las cervezas comenzó justo con el inicio de la película, asi que podemos calcular que cada cerveza tenía 440 ml en su interior con un 4% de alcohol. Lo que significa 35.2 ml de alcohol en total. Divididos entre 86 minutos que duró la película tenemos entonces que eso es igual a beber 400 microlitros cada minuto.
Ahora me estoy comiendo un yogurth con granola.
El asunto es que estos números en la introducción sirven para ejemplificar una cosa: Soy un clavado.
El problema con ser un clavado es que no siempre es fácil relacionarse con el mundo y en particular he de hablar aqui con el mundo que cohabita en este domicilio donde tengo que seguir hasta que el 20 de abril termine mi estancia en el limbo y pueda acceder al paraiso de la vida con Mariana 24/7/365/forever.
Este lugar es una antigua casa, diseñada hace mas de 100 años y los co-locatarios son una pareja particularmente extraña. El es Ganés y ella Neozelandesa y mi impresión es que están juntos porque no tienen nada mejor que hacer.
El es músico y vive para tocar los tambores, nada mas le importa y no deja que ella cocine para él. Ella es maestra en una primaria y vive para mantener al novio que no deja porque tener algo es mejor que no tener nada.
En las noches él se queda viendo la televisión hasta las dos de la mañana.
Ella acaba de regresar de Nueva Zelandia de un viaje que duró un mes. Al dia siguiente no se vieron ni media hora.
Pero creo que peor que ser testigo de un mundo que no tiene futuro, es evadir las conversaciones que no hace sino recordarme que no hay nada mas aqui para mi.
Cuando bajé por mi segunda cerveza al refrigerador ella me comentó que acababa de invalidar su tarjeta de crédito pues había olvidado el número secreto y se le hizo fácil intentar hasta que se le acabaran las oportunidades. No tengo comentario alguno que hacer al respecto, me parece inconveniente para ella que se haya puesto en ese predicamento, pero la verdad es que no me importa en lo mas mínimo, no quiero hablar del tema, no me parece gracioso, no es algo sobre lo que quiera hablar. Y entonces abro mi lata de cerveza y regreso a seguir con mi película.
La película se llama Please Give. Blandengue, me gusta esa palabra que triste que la tenga que usar para una película. Esta es una de esas películas acerca de los conflictos yuppies de los yuppies en Nueva York que se aburren tanto de sus vidas que se ahogan en vasos con agua. Pero nada, nada hay dentro de la película, no hay substancia, no hay nada que no se haya dicho ya antes mil veces mejor.
Y entonces lo único que pienso es que la vida blandengue no es para mi y nunca lo será, ni en película siquiera.
Lo mio es la vida clavada.
19.1.11
High and Low
Mientras escribo esto intento pensar, en la mejor manera de escribirlo. Digo esto porque el tema del post lleva dandome vueltas y vueltas en la cabeza, pero no sé bien a bien si vaya a poder salir como quiero (vamos siempre terminaría saliendo como quiero puesto que si me decidiera a borrar lo escrito hasta ahora, ustedes, que no nadie puesto que yo si, no sabrían jamas que escribí algo y no quedó como yo quería).
De regreso a las vías del tren del pensamiento que descarrilarse no es parte del post.
Londres no tiene ya nada para mi, dia a dia me despierto pensando en lo ingrato que es tener que venir al laboratorio, lo pinche que es tener que ir a conseguir comida al super y lo molesto que es cocinar en un sitio donde no se siente ningún placer. Me tengo que empujar todo el tiempo para hacer las cosas a las que ya me comprometí.
Mi verdadera vida pende de un hilo electrónico, mis momentos del día que valen la pena son los que me conectan en directo con Mariana. La interacción en twitter, el chat en gmail, los sms, los pokes en facebook, las conversaciones nocturnas y matutinas en Skype. Es a través de esas pequeñas ventanas tecnológicas que puedo respirar un poco.
El fin de semana que acaba de terminar tenía yo que escribir una propuesta de proyecto para un posible financiamiento de un trabajo en Barcelona, eso implica leer cosas nuevas, ordenar las ideas en un proyecto coherente, tener referencias que justifiquen las cosas que se enuncian en ella. Escribirlo fue posible porque Mariana estaba ahi, simplemente su presencia virtual fue suficiente para que mi mente pudiera enfocarse, y lo que pasa es que su ausencia me perturba, me impide estar tranquilo, me hace falta, mi organismo reclama algo de ella, de su maravillosa sonrisa, de su mirada. En realidad todo mi ser reclama a cada momento la presencia de Mariana, extraño el roce de su piel, el sonido de su risa, el brillo del sol en sus ojos, su mano en mi mano, las horas enteras pasadas desnudos bajo el nórdico.
Y bueno, hace unos dias justo platicabamos ella y yo de esto, del dolor de la ausencia, de los puntos bajos que se tocan cuando no hay la posibilidad inmediata de remediarlo todo con un beso.
Y lo que me queda claro es que a pesar de todo lo difícil que es esto, de lo descolorido de los dias lejos de Mariana, nunca cambiaría el hecho de haberla conocido, una y otra vez volvería a escoger enamorarme perdidamente de ella, enamorarme sin límites y sin barreras, entregarme todo, seguirla hasta el fin del mundo.
Y lo que pasa es que al igual que ciertas experiencias te cambian y ya nunca mas vuelves a ser la persona que eras antes, nunca mas seré la persona que puede vivir sin Mariana.
De regreso a las vías del tren del pensamiento que descarrilarse no es parte del post.
Londres no tiene ya nada para mi, dia a dia me despierto pensando en lo ingrato que es tener que venir al laboratorio, lo pinche que es tener que ir a conseguir comida al super y lo molesto que es cocinar en un sitio donde no se siente ningún placer. Me tengo que empujar todo el tiempo para hacer las cosas a las que ya me comprometí.
Mi verdadera vida pende de un hilo electrónico, mis momentos del día que valen la pena son los que me conectan en directo con Mariana. La interacción en twitter, el chat en gmail, los sms, los pokes en facebook, las conversaciones nocturnas y matutinas en Skype. Es a través de esas pequeñas ventanas tecnológicas que puedo respirar un poco.
El fin de semana que acaba de terminar tenía yo que escribir una propuesta de proyecto para un posible financiamiento de un trabajo en Barcelona, eso implica leer cosas nuevas, ordenar las ideas en un proyecto coherente, tener referencias que justifiquen las cosas que se enuncian en ella. Escribirlo fue posible porque Mariana estaba ahi, simplemente su presencia virtual fue suficiente para que mi mente pudiera enfocarse, y lo que pasa es que su ausencia me perturba, me impide estar tranquilo, me hace falta, mi organismo reclama algo de ella, de su maravillosa sonrisa, de su mirada. En realidad todo mi ser reclama a cada momento la presencia de Mariana, extraño el roce de su piel, el sonido de su risa, el brillo del sol en sus ojos, su mano en mi mano, las horas enteras pasadas desnudos bajo el nórdico.
Y bueno, hace unos dias justo platicabamos ella y yo de esto, del dolor de la ausencia, de los puntos bajos que se tocan cuando no hay la posibilidad inmediata de remediarlo todo con un beso.
Y lo que me queda claro es que a pesar de todo lo difícil que es esto, de lo descolorido de los dias lejos de Mariana, nunca cambiaría el hecho de haberla conocido, una y otra vez volvería a escoger enamorarme perdidamente de ella, enamorarme sin límites y sin barreras, entregarme todo, seguirla hasta el fin del mundo.
Y lo que pasa es que al igual que ciertas experiencias te cambian y ya nunca mas vuelves a ser la persona que eras antes, nunca mas seré la persona que puede vivir sin Mariana.
10.1.11
28 de diciembre
Después de haber conseguido los cartuchos para la impresora y de haber comprado las cosas para la pasta nos dispusimos muy tranquilos a preparar la cena. El plan era cenar spaguetti carbonara (sin nata). La segunda parte del plan era dejar todos los documentos listos para el conflicto legal (para ello los cartuchos) e ir la mañana siguiente a conseguir la grabación. Conseguir la grabación implicaba levantarse a las 8 de la mañana.
Pero los planes no son siempre los planes que uno cree.
En la tarde, o por ahi en algún momento habíamos ido a curiosearle a la cajita que estaba en el refri. En la cajita había unos papelitos envueltos en plastipack y papel de aluminio.
La preparación de esta receta del carbonara implica añadirle vino blanco al tocino antes de mezclarlo todo con el huevo y el queso y la pasta. Asi que quedó una buena porción de la botella de vino blanco para acompañar la cena.
Y se terminó la primera botella y traíamos ganas de tomar un poquito mas, ya eran como las doce de la noche, quizá un poco mas tarde. Y bueno pues apareció una segunda botella de vino blanco y se seguían imprimiendo documentos y se extinguió la segunda botella.
Y entonces vino una una de tinto. Todo este tiempo pensaba yo que había que ir a conseguir la prueba al día siguiente, asi que andaba yo llevando la ventaja en número de vasos de jugo fermentado de uva.
Y a la mitad del tinto vino la idea. O mas bien, el tema de conversación del día salió a la superficie y la tesis era que debido a que los papelitos llevaban en el refri mas de un año seguramente ya no iban a jalar, asi que mada se perdía con entrarles puesto que no iban a funcionar. Extrañamente nunca pensamos mucho que iba a pasar si si funcionaban.
La repartición había sido uno y uno, pero al parecer el primero que me comí no lo mantuve lo suficiente en la boca hasta que se deshiciera, asi que Mariana me pasó el cuadrito que le había sobrado para que en esta ocasión lo chupara yo hasta que se deshiciera en la boca por completo.
Y se terminó la botella de tinto y nos lanzamos a la calle.
Y resulta que de las siguientes cuatro horas tengo apenas flashazos de lo que pasó. Rebotamos de antro en antro, en algún lugar había lucecitas verdes y moradas y música en la pista de baile, y bailamos, y moriamos de sed, y la barra del bar, y puertas y escaleras, y en algún momento se perdió mi bufanda, y tomamos fotos de las que no recuerdo absolutamente nada, pero estoy seguro que nos la estamos pasando de diez porque estamos super sonrientes.
Recuerdo que regresamos justo en el momento que Vicky salía rumbo al trabajo, nos fuimos a meter a la cocina. Saciamos nuestra sed y alguna que otra cosa nos comimos.
Pero resulta que la sustancia en los papelitos claramente no estaba caduca, asi que empezaron, y también empezaron a registrarse los efectos en mi mente puesto que el cassette comenzó a grabar de nuevo.
Y explotó el Universo en tus ojos y en tu sonrisa, y te convertiste en una diosa y el rojo de la almohada se mezclaba con el rojo de tus mejillas y la luz en tus ojos me penetraba el alma, y tu sonrisa sensual me invitaba a seguir besandote sin parar.
Y explotamos el uno con el otro inumerable cantidad de veces, sin detenernos, sin respiros, simple placer puro y animal, constante y nuestros ojos seguían perdiendose en el interior de las estrellas de los ojos frente a nosotros, y nos fundimos en deseo y se manifestó todo lo que llevamos dentro y que sentimos el uno por el otro, y nos untamos de sudor y de saliva y tu cuerpo el templo de la sexualidad y del placer, y yo el mas ferviente devoto.
Y después la caida. La fatiga, la mente que no responde como debe, la imposibilidad para dormir, el hambre que es mitad nausea y la sed que no para. Y ahi, al borde de ese pequeño precipicio donde sabiamos que había fondo pero que sin embargo nos era displacentero nos tomamos de la mano. Y con ese gesto se aliviano todo, y las horas prosiguieron su marcha, y las pupilas volvieron a tomar su tamaño normal, y la percepción poco a poco regresó a su sitio.
Y cerca de las cinco de la tarde volviomos a tocar piso.
Y celebramos no solo este viaje, sino todos los que ya hemos emprendido juntos y todos los que nos esperan en el futuro. Viajes previstos y viajes inesperados, llenos de sorpresa, de pasión, de risa, algunos con momentos complicados, pero todos juntos.
Te amo Mariana.
Pero los planes no son siempre los planes que uno cree.
En la tarde, o por ahi en algún momento habíamos ido a curiosearle a la cajita que estaba en el refri. En la cajita había unos papelitos envueltos en plastipack y papel de aluminio.
La preparación de esta receta del carbonara implica añadirle vino blanco al tocino antes de mezclarlo todo con el huevo y el queso y la pasta. Asi que quedó una buena porción de la botella de vino blanco para acompañar la cena.
Y se terminó la primera botella y traíamos ganas de tomar un poquito mas, ya eran como las doce de la noche, quizá un poco mas tarde. Y bueno pues apareció una segunda botella de vino blanco y se seguían imprimiendo documentos y se extinguió la segunda botella.
Y entonces vino una una de tinto. Todo este tiempo pensaba yo que había que ir a conseguir la prueba al día siguiente, asi que andaba yo llevando la ventaja en número de vasos de jugo fermentado de uva.
Y a la mitad del tinto vino la idea. O mas bien, el tema de conversación del día salió a la superficie y la tesis era que debido a que los papelitos llevaban en el refri mas de un año seguramente ya no iban a jalar, asi que mada se perdía con entrarles puesto que no iban a funcionar. Extrañamente nunca pensamos mucho que iba a pasar si si funcionaban.
La repartición había sido uno y uno, pero al parecer el primero que me comí no lo mantuve lo suficiente en la boca hasta que se deshiciera, asi que Mariana me pasó el cuadrito que le había sobrado para que en esta ocasión lo chupara yo hasta que se deshiciera en la boca por completo.
Y se terminó la botella de tinto y nos lanzamos a la calle.
Y resulta que de las siguientes cuatro horas tengo apenas flashazos de lo que pasó. Rebotamos de antro en antro, en algún lugar había lucecitas verdes y moradas y música en la pista de baile, y bailamos, y moriamos de sed, y la barra del bar, y puertas y escaleras, y en algún momento se perdió mi bufanda, y tomamos fotos de las que no recuerdo absolutamente nada, pero estoy seguro que nos la estamos pasando de diez porque estamos super sonrientes.
Recuerdo que regresamos justo en el momento que Vicky salía rumbo al trabajo, nos fuimos a meter a la cocina. Saciamos nuestra sed y alguna que otra cosa nos comimos.
Pero resulta que la sustancia en los papelitos claramente no estaba caduca, asi que empezaron, y también empezaron a registrarse los efectos en mi mente puesto que el cassette comenzó a grabar de nuevo.
Y explotó el Universo en tus ojos y en tu sonrisa, y te convertiste en una diosa y el rojo de la almohada se mezclaba con el rojo de tus mejillas y la luz en tus ojos me penetraba el alma, y tu sonrisa sensual me invitaba a seguir besandote sin parar.
Y explotamos el uno con el otro inumerable cantidad de veces, sin detenernos, sin respiros, simple placer puro y animal, constante y nuestros ojos seguían perdiendose en el interior de las estrellas de los ojos frente a nosotros, y nos fundimos en deseo y se manifestó todo lo que llevamos dentro y que sentimos el uno por el otro, y nos untamos de sudor y de saliva y tu cuerpo el templo de la sexualidad y del placer, y yo el mas ferviente devoto.
Y después la caida. La fatiga, la mente que no responde como debe, la imposibilidad para dormir, el hambre que es mitad nausea y la sed que no para. Y ahi, al borde de ese pequeño precipicio donde sabiamos que había fondo pero que sin embargo nos era displacentero nos tomamos de la mano. Y con ese gesto se aliviano todo, y las horas prosiguieron su marcha, y las pupilas volvieron a tomar su tamaño normal, y la percepción poco a poco regresó a su sitio.
Y cerca de las cinco de la tarde volviomos a tocar piso.
Y celebramos no solo este viaje, sino todos los que ya hemos emprendido juntos y todos los que nos esperan en el futuro. Viajes previstos y viajes inesperados, llenos de sorpresa, de pasión, de risa, algunos con momentos complicados, pero todos juntos.
Te amo Mariana.
8.1.11
Animación suspendida
Hay un hueco en la narrativa de este lugar, para ser mas precisos entre el último post y este.
En ese hueco se encuentra la realidad de que la vida no está aqui donde puedo escribir ahorita estas lineas, sino allá donde las manos están completamente ocupadas en otras cosas.
Por el momento me siento en animación suspendida, nada es real o mas bien todos los procesos se sienten distorcionados, desayunar no es desayunar, las calles no son las calles correctas, todo tiene justo la calidad de lo que algunos llaman The Uncanny Valley, el sitio donde las cosas parecen reales, pero no lo suficiente.
Vengo mas tarde.
En ese hueco se encuentra la realidad de que la vida no está aqui donde puedo escribir ahorita estas lineas, sino allá donde las manos están completamente ocupadas en otras cosas.
Por el momento me siento en animación suspendida, nada es real o mas bien todos los procesos se sienten distorcionados, desayunar no es desayunar, las calles no son las calles correctas, todo tiene justo la calidad de lo que algunos llaman The Uncanny Valley, el sitio donde las cosas parecen reales, pero no lo suficiente.
Vengo mas tarde.
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