Tengo ganas de castañas asadas.
Hay una sensación extraña con cada experimento, sobretodo conforme se acerca uno al momento final, a la lectura de los resultados. Cada experimento exitoso se compone de muchos pasos, algunos realizados en simultaneo, otros de manera independiente, pero que al final convergen en una última lectura que permite interpretar un pedazo de la realidad.
Que el experimento se vaya al caño en el último paso es lo mas frustrante, es por eso que cada que me acerco al momento final se me pone dura la quijada y siento los dientes presionando unos contra otros. Me he hecho al hábito de poner la lengua entre los dientes a manera de evitar que se tallen los unos con los otros, lo cual me causa fatiga en la lengua, pero sobretodo es ese estrés de que cada vez que se acerca el final de un experimento el precio a pagar por un error ha aumentado notoriamente.
Es entonces importante pensar en la insoportable levedad del ser.
Tengo ganas de castañas asadas.
1 comentario:
yo nunca he probado las castañas asadas...
suerte en ese experimento.
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