Vengo llegando del squash. Gané mi juego 3 a uno. Perdiendo el primer set.
El último episodio careció del detalle del primero. Que coños hice 3 horas frente al pletismografo (¿ya se lo aprendieron?). Pues casi nada, cambiar soluciones y observar a los ratones. Mi jefa se apareció por momentos a ver que onda, pero supongo que lo fuerte del análisis se dará mañana (si acaso).
Mañana tengo dos juegos consecutivos de squash a las 1230 y a las 1315. Mañana tengo que trabajar en unas tinciones para el confocal, eso da espacio para ir al squash. Igual tendré juegos el viernes y el lunes. Eso me gusta, nada como la práctica para mejorar.
Todo el camino de regreso del squash venía pensando en la bebe (mi noviecita chula) y asi, me gustaría que anduviera por aqui.
También venía pensando que nunca habrá suficiente información en este blog, solo pedazos, solo lo que yo creo relevante escribir, y a veces ni siquiera eso. El experimento es un éxito y sabemos ahora que no es a través del blog donde se sabrá nada. Solo son letras.
Ya me bañe, parte de mi cabeza sigue sudando. En estas épocas es difícil detener el sudor, sobretodo después de hacer ejercicio. Tengo que quedarme quieto demasiado tiempo como para que el cuerpo se de cuenta que ya se terminó la función.
Terminando el squash y en lo que se daban los otros partidos me tomé tres cervezas. En la cerveza y media me invitaron a un set de squash. Lo gané.
Puros detalles insignificantes que crean un cotidiano.
Aqui se termina la crónica del día de hoy.
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