Parte del miedo era no poder compartir todo el tiempo que quiero darte y a la vez mantener mi tiempo, ese que me es propio y que uso para leer y cosas asi. Pero ahora, que el tiempo se extiende hasta un infinito indefinido, los tiempos presentes se adecuan y se sienten bien.
Es como me cuentas, la tripa y la mente sintonizadas, emitiendo litros y kilos de energía positiva.
Me siento afortunado. Muy muy muy afortunado.
La emoción me embarga. La emoción de un viaje nuevo, un viaje en el tiempo, un viaje interior y sobretodo un viaje compartido.
Bienvenida (tu) a casa. Bienvenido (yo) a casa.
2 comentarios:
Es lindo leer la felicidad !
al mundo le falta esta vibra, la vibra de amor.
Saludos.
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