Nunca podrás chantajear a tu amante con fotos en las que también apareces tu.
Excepto claro en una sociedad en la que impera la doble moral. Porque entonces ella será una perra y tu una víctima, o tu serás un maldito y ella una víctima.
Siempre la víctima, aquella persona a la que su falta de conocimiento la ponen en tal desventaja que nunca sabe a ciencia cierta en que momento la empezaron a embaucar.
Es en la ignorancia en donde se encuentra el refugio de la inocencia, y claro la inocencia es la sangre de la que se alimenta la víctima.
En el momento de adquirir conocimiento suficiente como para no ser víctima, entonces se deben criticar los medios mediante los cuales se adquirió tal conocimiento y alejandonos de la inocencia a través de los libros o de la experiencia, nos convertimos en la parte no-víctima, aquella que en su complicidad secreta guarda el conocimiento que los censores evitan llegue a las masas y termine con las victimas y con los inocentes.
Me niego a ser un inocente, que no sabe del mundo y que calla para evitar que el velo que protege a la inocencia y a las victimas las siga arrastrando al matadero.
No es el conocimiento el culpable de la gran trágicomedia humana, es el uso del conocimiento.
Bajo la premisa de que: "Tanto peca el que mata a la vaca como el que le detiene la pata" entonces todo el conocimiento será para siempre maldito y no nos quedará mas que quemar todos los libros y terminar con todas las conciencias y dejar que la vida sin nosotros continue lejos de la moral.
Diatribas de un bloguero medio loco y con demasiado conocimiento dentro.
Aunque todavía resta una cuestión: En scooby-doo eran: Fred, Vilma, Daphne, Shaggi y Scooby. En Mandibulin están Almejín, Burbuja, Sheila, Mandibulín y ¿¿¿¿¿????? (el que sería como Fred). Alguien tiene el dato por ahi, para aliviar un hueco de mi conocimiento y dejar de ser la víctima.
En fin, el otro placer gozoso del conocimiento es encontrar complices, y entonces gozar el ser los amantes que están en la misma foto y que son los únicos que conocen toda la verdad.
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