El miercolés en la noche, de regreso a mi casa, se le cayó el mofle a mi auto. Me tuve que bajar a amarrarlo con un alambrito temporal, hasta que regresara y le pudiera hacer un arreglo (que fue un alambrito, pero mucho mejor colocado y al modo de un surcido invisible).
El jueves vine al laboratorio solo un rato pequeño y después tomé el avión hasta el aereopuerto. Bastante decente el viajecito. En el aereopuerto, al que por cierto llegue como una hora y media antes de mi vuelo, la paranoia..., me senté a terminar de leer las aventuras de Yosarian. Un gran libro ese de Catch 22.
Finalmente hicieron las llamadas para abordar el avión y lo aborde. A la entrada del avión como en muchos otros vuelos repartían revistas y periódicos, con la pequeña diferencia de que en este vuelo estaban ofreciendo Playboys. No me pude resistir la oferta y tomé una. La viejita de 70 que viajaba junto ami en el avión también había tomado una. Es muy extraño que una escena asi se sienta surrealista, me molesta que el sexo siga siendo tabú aunque en pequeñas cantidades dentro de mi mente y supongo que también dentro del inconciente colectivo de América como continente. Una de las herencias malditas del catolicismo. Por cierto... que fresa (de nuevo el inconciente colectivo) se siente la Playboy comparada con lo que tiene la red hoy en dia, pero es innegable que la calidad de la fotografía es muy pero muy buena.
Llegue a Munich al medio dia, después de haber volado por encima de los Alpes (o una cadena montañosa muy parecida) completamente nevados. (De regreso me toco una vista muy extraña, un valle completamente cubierto de nubes). En fin.
Munich estaba frio, pero no de terror, cuenta la leyenda que todavía la semana pasada había nevado con ganas, de hecho todavía había parches de nieve en las calles que no se habían derretido. El trayecto del aereopuerto al centro de la ciudad tarda unos 40 minutos en metro y cuesta unos 8.80 euros (116 pesos el dia de hoy) y aunque pensé que es una mentada de madre, el precio del estacionamiento del aereopuerto de la ciudad de méxico casi casi le llega al nivel). Me baje una estación antes de tiempo y caminé buscando el hostal en el que me iba a quedar. Me perdí y me tuve que meter a un café internet a buscar la dirección del hotel, salí, le di la vuelta completa a la estación de tren y finalmente lo encontré a unas 2 cuadras de donde estaba el café internet. Asi sucede a veces supongo.
El lugar estaba bien, dejé mis cosas y me fui a comer porque ya alucinaba de hambre.
Regresé al hostal y me encontre con Eva y con Niv y nos fuimos a caminar por ahi, a una iglesia completamente churrigueresca que extrañamente esta llena de calaveras en su interior. Bizarro. De ahi nos fuimos por un cafecito y luego a cenar. Cerveza y mas Cerveza. Regresé al hostal y me metí al bar del hostal, conviví con algunos extraños, la mayoría de los cuales me dieron mucha hueva, me tomé mas chelas y me fui a dormir.
La mañana del viernes me fui a pasear a la Alte pinakothek que está impresionante y mas tarde caminé hasta el changarro del jefe de Eva.
Nos fuimos a comer, nos encontramos con un amigo de Niv y después terminamos comiendo en la casa de los papas de Niv. Delicioso!!!!! Regresamos a dejar a Niv al depto donde se estaban quedando y Eva y yo nos fuimos a un bar a chorchear a gusto. Finalmente en español jejejeje.
Regresé caminando al hostal bajo una leve lluvia y a dormir. Al día siguiente Eva y yo nos fuimos al Deutsches Museum y nos la vivimos paseando como niños chiquitos picandole a todos los botones de todos los experimentos de ciencia del lugar. Están bien chidos!!!!
De ahi nos fuimos a comer cualqueir cosa y nos encontramos con el Kats. Hacía años que no lo veía, está igualito y ahora vive con una novia argentina en Munich. Se mudan a Paris para Agosto. Fuimos a un laguito en las afueras de Munich y ahi estuvimos hasta que cayó el sol. Regresamos a cenar sushi y luego nos fuimos a un bar. Grandioso todo.
Me regresaron a mi changarro en taxi. El domingo me fui a caminar por ahi y luego de encontrarme con Eva nos fuimos a la Pinakothek des Moderne donde también nos paseamos chido. Mas tarde fuimos a comer por ahi, a un changarro donde me comí una hamburgesa de media vaca para apaciguar mi hambre, que para esas alturas estaba de media vaca.
Ya un poco mas entrada la noche nos fuimos a meter a un cinito pequeño que tenía cintas en indioma original con subtítulos en alemán y vimos Capote. Me gustó mucho, sobretodo es un gran documento después de haber leido el libro (A Sangre Fría), que en mi opinión es una verdadera joya literaria.
Como a las once que salimos del cine Eva me acompaño a mi hostal, (donde ese día me había llevado ya mi tortillero, mis dos kilos de maseca y latas varias de tomates y salsa verde para mis enchiladas) y nos despedimos. Me metí al hostal, me tomé una última chela y me fui a dormir.
El lunes en la mañana me trepé de nuevo al metro para llegar al aereopuerto y tomar mi vuelo de regreso. En esta ocasión no hubo Playboy. Del aereopuerto me vine al laboratorio, me regañaron por una tontería que se me había olvidado el jueves que me fui, y a eso de las 4 de la tarde me fui de regreso a mi casa. Arreglé el mofle y me meti a bañar una hora en tina. Salí y me dormí desde las 8 de la noche hasta las 8 de la mañana de hoy.
El siguiente viaje de fin de semana, espero, será a Paris. Ya vendré a contar el chisme...
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