22.2.06

De los sordos y de los mudos

La banda del alternador del auto que compré se rompió, se le terminó su vida útil y evidentemente yo no tenía ni idea de donde vendían las bandas. El único lugar donde había algo parecido a un taller simplemente no vendia correas. Como pude llegue a un taller mas en forma simplemente para descubrir que no tenían la dichosa correa y que a las 6 de la tarde ya todo estaba cerrado. No habría modo de conseguir una banda nueva.

Fue extremadamente frustrante lo lento que puede ser darme a entender y la cara con la que te ven las personas mientras medio intentan, si es que intentan, decifrar tu pronunciación. Me imaginé perfecto a un sordo. Incapaz de entablar conversación, sin tener ni idea de como suenan las palabras, imitando burdamente el movimiento de los labios.

De las cosas que mas damos por sentadas es el idioma. Puedes no saber leer, sumar, restar, escribir, cosas básicas, pero son muy pocas las personas que no saben hablar, quizá por eso es tan difícil enfrentarnos con la barrera del lenguaje.

En ocasiones me gustaría que no hubiese la valvula de escape del inglés, que todo el mundo tuviera que poner de su parte porque no hay otra opción, pero se que también sería muy frustrante. Es como dejar de caminar, y la rehabilitación cuesta tiempo y es una lucha personal.

Ahora el auto ya tiene una banda, me ayudaron a ir al lugar donde las venden, pero la bateria ya no dio el ancho, tendré que bajarla del auto y ponerla a cargar y espero que ya mañana todo vuelva a la normalidad.

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