Hace mucho tiempo, mas de 15 años creo yo, que no me hospedaba en un hotel de cinco estrellas, pero en estas cortas vacaciones por Veracruz he tenido la, no quiero decir fortuna sino oportunidad, de repetir la experiencia. Es rico, un cuarto amplio, con una pantallota de tele, un baño con un chorro de regadera descente y cerca de 5 metros cuadrados de espacio para poder mojarse a gusto. También es rico tener vista al mar desde un sexto piso y una cama hecha perfectamente limpia en cada ocasión. En este caso en particular, existe la ventaja añadida de esta conexión a la red que me permite postear.
Aqui a la distancia, las palabras se atropellan y no pueden llegar al blog.
La maldita red no me permite enviarte besos virtuales en tiempo real, asi que tendrán que ser virtuales y diferidos. Como si la red tuviera voluntad propia. The ghost in the machine.
Siento la prisa de levantarme de la máquina, estoy en Veracruz y no debería de pasar mas tiempo sentado aqui, no mas del absolutamente necesario, sin embargo tengo ganas de seguir escribiendo porque siento el fluir de las palabras antes atropelladas.
¿Cual es entonces el tiempo mejor aprovechado?
El que uso para dejar estas notas de vacuidad o el que utilizo para vivir la vacuidad que va en estas notas.
Quiero un amanecer a tu lado en el mar.
1 comentario:
no ps me gano el spam ja!
[ sho también ]
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