Dudar de todo.

Durante las últimas semanas me he hecho conciente de una manera un tanto bizarra de la gran cantidad de información que traigo guardada en el disco duro.

Pero eso no es todo, esta información tiende a saltar de nuevo a la conciencia actual a raiz de los eventos cotidianos. Por poner un ejemplo, venía caminando sobre Cuahutemoc en dirección al sur, y sobre la banqueta oeste de la avenida, esto a la altura del Centro Médico siglo XXI. Al pasar por arriba de la rejilla del metro se vieron las luces de un tren en dirección norte, pero sólo se vieron las luces contra la pared, el tren no se vio nunca. Inmediatamente la escena que brinco a mi mente fue la de un niño que va a poner balas en la vía del tren en un tunel obscuro (estoy casi seguro que es parte de The Wall, pero hay algo que me hace dudar).

El caso es que de entre todo lo que he absorbido como esponje (y dije bien esponje) de esta so-called reality, esta la idea de que las certezas nunca lo son del todo. Durante los siglos que la historia ha ido grabando los hechos de la humanidad, uno tras otro caen los mitos para ser remplazados por otros a los que también tarde o temprano les cae el hacha para dar paso a nuevos mitos.

Debido a esto estamos rodeados de incertidumbres, y la peor de ellas es que nuestra capacidad de interpretar al universo, y a la ,una vez mas, so-called reality, depende de nuestros sentidos, de lo que ellos perciben y de la interpretación que nuestra mente decide hacer de ellos.

Yo se que hasta aqui este post solo asemeja los ramblings de un loco, pero eventualmente le encontraremos los pies y la cabeza.

El caso es que la niña que tiene la sonrisa que me tiene encantado en ocasiones es un enigma, en ocasiones rie de manera particular, intrigante, y me admiro de ella, y la encuentro fascinante y quiero escuchar lo que tiene que decir, y en ocasiones me comparte sus pensamientos y en otras no. Y veo sus ojos y siento el calor de su saliva en mis labios y me queda claro que ambas cosas me fascinan. Y después la escucho reir, a estas alturas del partido prácticamente he perdido todo el sentido de la realidad y lo único que perciben mis sentidos es a ella, y lo único que quieren percibir es percibirla a ella.

En algún momento después de que todo esto sucede y se reactiva el sistema del disco duro que le asocia cosas y datos triviales y no triviales a los hechos de la vida cotidiana, hoy en particular me pregunte algo muy extraño.

Si la realidad es sólo lo que percibimos e interpretamos de ella y yo me siento perdidamente enamorado, entonces ¿Como se que no es todo unicamente una construcción mental mía? ¿Puedo dudar de lo que siento? ¿Quizá no es enigmática, quizá no se ríe conmigo, quíza?

Pero entonces mi disco duro se vuelve a activar y veo la mirada tierna, esa que me derrite y que es la que (creo) viene directo del sentimiento real que hay entre los dos y dudo de mi duda.

Y entre dudar y emitir juicios de la realidad, de lo correcto, de lo abstracto y de lo concreto se va pasando el tiempo.

Y en este momento la certeza (si acaso una mas que pudiera esperar el hacha) que tengo es que estoy feliz porque hacia mucho tiempo que no me sentía asi al lado de nadie.