Finalmente tengo el tiempo, en realidad no, deberia estar terminando de preparar la presentacion para lo de Oaxaca. Pero que se le va a hacer, en estos momentos esa situacion me mata de la hueva.
El lujo de tener tiempo...
Cada vez que entraba en una biblioteca, en una libreria, en una tienda de discos, o en un videoclub, siempre me ha asombrado la cada vez mayor incapacidad para alcanzar el conocimiento.
Leer todos los libros escritos, escuchar toda la musica jamas compuesta, ver todo el cine, hablar todos los idiomas, entender todas las palabras, sueños de opio.
Alguna vez tener todo el conocimiento era posible, lo unico necesario era conocer el nombre de todos los dioses. Ahora que los dioses han muerto quien quedara para conocerlo todo.
Finalmente regresaremos a ese principio. Existira el poseedor de todo el conocimiento de la articulacion que une la 11a con la 12a vertebra toracica, y junto con el, una larga serie de dioses, todos ellos con un pedazo del absoluto, y finalmente lo unico que sera necesario sera conocer el nombre de todos los dioses.
Y pues aqui estoy yo, ayudando a expander la cantidad de letritas que si se interpretan correctamente transmiten un mensaje.
La abrumadora existencia de los infinitos. Los infinitos que caben en la mente y que se salen por todos lados, pedazos de la realidad. Una realidad creada dia a dia a traves de los sentidos, hasta que los sentidos se terminan pero no la realidad. Quiza cuando muera el ultimo de los sentidos muera la realidad.
Quiza las estrellas sabiendose solas se quiten la vida. Y dejen de iluminar las pelotas de colores que finalmente dejaran de tener color, y entonces tendremos que separarlas sin verlas...
En fin, textos como los de aqui arriba ocurren cuando dejo correr los dedos sobre el teclado escribiendo lo primero que se aparece en mi mente. Una sucesion de ideas con/sin sentido.
La conciencia como un rio.
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