Algunas de mis ultimas noches me recordaron el internado, y la idea de que hay ciertas cosas que delimitan los dias.

Voy a ser mas explicito.

Durante el internado habia que hacer guardias cada tercer dia (de hecho asi es en casi todas las residencias medicas tambien). Esto significa que cada 3er dia no llegaba a mi casa a dormir. Este fenomeno, aunado a la falta de sueño producia que los dias se fundieran. Esto es entrabas a trabajar el lunes, y te ibas el martes en la tarde. Dormias en tu casa y ya era miercoles. El jueves nuevamente entrabas para salir el viernes. Y asi seguia la cantaleta. Domingo para salir lunes, miercoles para salir jueves, sabado para salir domingo, martes para salir miercoles, viernes para salir sabado, y nuevamente se repite el ciclo el lunes 3 semanas despues.

Por algun extraño motivo, llegar a dormir a casa era un fenomeno que implicaba el fin de un ciclo. Llegar a descansar y dejar al mundo fuera.

De tal modo que dormir en mi casa, termino adquiriendo el significado de pausa, de final y principio de ciclo con energias renovadas. Algo asi como tocar base.

En los ultimos dias, algunos los he dormido en mi casa, y otros no. Sin embargo, lo mas interesante, es que ir a mi casa, aun cuando de cierto modo si ha significado ir a tocar base, es mas por no preocupar a los vecinos, con mis desapariciones, que por sentir que en mi casa, terminan y comienzan ciclos. Los ciclos terminan y comienzan donde sea que yo este.

Y si hay algo que me gusta, es que los ciclos diarios terminen y acaben con alguien a quien abrazar...